La intervención propia en la Psicología de la Salud va encaminada a la prevención de posibles alteraciones. Por el contrario, el tratamiento sobre un problema ya desarrollado corresponde al campo de la Psicología Clínica ; y son propias de la Medicina Conductual las intervenciones o tratamientos que, si bien se centran en aspectos psicológicos, se dirigen a manifestaciones somáticas de tales problemas.
Teniendo esto en cuenta, en al campo de la Psicología de la Salud es importante y efectivo trabajar desde la infancia a nivel familiar, ya que muchas alteraciones en edades tempranas y en la adolescencia tienen una base socio-ambiental en su desarrollo y mantenimiento.
Las ideas y creencias de los padres y el modo de interaccionar con los hijos son variables decisivas a la hora de prevenir problemas asociados a las distintas etapas evolutivas de los niños. Problemas relacionados con la ingesta de alimentos, con el desarrollo del lenguaje, con las pautas a la hora de ir a dormir y durante la noche, problemas relativos a los celos, rabietas, miedos, agresividad, adaptación a la escuela.....,sin olvidarnos del consumo de drogas, el tabaquismo y el consumo de alcohol en la adolescencia. Temas todos ellos de gran interés y preocupación de padres y educadores cuando, normalmente, la información de la que disponen es mínima y en ocasiones contradictoria.
Una vez ocurre la alteración, la Psicología Clínica y las intervenciones en Modificación de Conducta aportan las soluciones para un abordaje terapéutico.
Las cuestiones mas frecuentemente consultadas por los padres en consulta sobre sus hijos son : miedos y fobias infantiles, hiperactividad y trastornos por déficit de atención, enuresis nocturna, retraimiento social, déficit en habilidades sociales, desobediencia y bajo rendimiento escolar.
Estudios epidemiológicos recientes indican que, dentro de una población general, entre un 3% y un 15% de los niños en edad escolar pueden ser considerados hiperactivos y se estima que, al menos un 20% de los niños de 5 años, se orinan en la cama con una frecuencia suficientemente alta como para ser considerados enuréticos.
Teniendo en cuenta la preocupación de padres y educadores por el optimo desarrollo de niños y adolescentes, la intervención psicológica a edades tempranas y a nivel familiar aporta soluciones rápidas y preventivas, ayudando a mejorar la calidad de vida desde la infancia y contribuyendo a hacer adultos mas saludables y felices.
Reme Urán Moreno
Psicóloga col. AO-01884
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