miércoles, 13 de julio de 2011

Desarrollo infantil de 9 a 12 meses

          

En este momento evolutivo el niño o niña comienza a tener sentido de sí mismo, es capaz de diferenciarse de los demás tomando conciencia de sí como un ser humano separado y distinto, su personalidad comienza a emerger.

No permanece quieto en ninguna parte. Pasa la mayor parte del tiempo explorando su alrededor, desplazándose de un lugar a otro, cuando está aprendiendo a caminar lleva generalmente un objeto en la mano que le da confianza, ya que siente como si llevara apoyo.

Cuando haya aprendido a caminar poco a poco irá realizando otra actividad mientras camina, como decir adiós, o señalar un objeto. Si aún no se le ha enseñado a nadar éste es el momento indicado ya que los movimientos del gateo le ayudarán en el agua.

El pensamiento adelanta considerablemente en cuanto al proceso de acción y reacción, es decir, ya sabe y espera la consecuencia de una acción que lleve a cabo. Las conductas que el niño o niña realiza en este período tienen un propósito, van dirigidas hacia una meta, son intencionales. El niño o niña de este período ejercita deliberadamente un esquema como medio para el ejercicio de otro esquema que es el fin de su acción. Por ejemplo, cuando aparta un objeto, con el fin de coger otro objeto situado detrás.

Es capaz de anticipar la ocurrencia de algún acontecimiento como por ejemplo, la marcha del adulto cuando éste se dirige hacia la puerta. En cuanto a la capacidad de imitar desaparecen algunas limitaciones de la etapa anterior siendo capaz de imitar conductas diferentes de las que habitualmente efectúa. Esto significa que el niño o niña puede aprender por observación de las conductas de los que le rodean. Además, puede imitar acciones aunque no se vea o se oiga, como por ejemplo, abrir y cerrar la boca después de ver a alguien hacerlo.

Existe ya un mayor control sobre sus movimientos y sus desplazamientos, y al final de este trimestre es posible que sea capaz de dar ya los primeros pasos. Esto va a dotar al niño o niña de una curiosidad que le hará explorar de manera cada vez más autónoma el mundo que le rodea.

Alrededor del décimo mes va a reaccionar ante su imagen en el espejo y se iniciará en el reconocimiento de sí mismo y es capaz de manifestar abiertamente conductas sociales negativas como son huida y defensa, fundamentalmente ante personas desconocidas.




Sugerencias a la familia

Si algunas de las conductas deseadas o ítems propuestos no han sido alcanzados, no debéis preocuparos de antemano, cada niño tiene su propio desarrollo dentro de unas pautas comunes.

A continuación os informamos sobre los objetivos más generales a conseguir del 12º al 15º mes de vida, así como una serie de sugerencias para favorecer su proceso de desarrollo durante este período.


Plan de Objetivos del 12º al 15º mes

·      Lograr alimentarse con cuchara aunque derrame un poco.
·      Imitar actividades de los adultos.
·      Imitar 4 ó 5 palabras.
·      Reconocer 1 parte del cuerpo.
·      Caminar hacia atrás y hacia los lados.
·      Subir peldaños gateando.
·      Construir torres de 2 


Orientación familiar del 12º al 15º mes

  1. Cada vez que su niño o niña  avise cuando esté sucio prémialo con un beso o un abrazo.  Incentivarlo es importante para que avance en el control de esfínteres.
  2.  Ofrecelé  libros ilustrados y deje que los hojee libremente. Tal vez  pida que se los leas muchas veces.
  3.  Permite que el niño o niña juegue libremente con agua mientras se baña. Si tiene oportunidad deja que lo haga también con arena o tierra. Le gustará mucho. Ofrécele unos tarritos para jugar a llenarlos y vaciarlos.
  4. Haced que imite las cosas que  hacéis en  la casa. Tal vez os lleve más tiempo si  ayuda, pero es un buen aprendizaje. Dale un trozo de trapo para que pase en los muebles. Entrégale cosas para que lleve a la mesa. Deja que colabore en otras labores.
  5. Cuando lo saques de paseo nómbrale cosas que le llamen la atención, por ejemplo, perro, auto, avión, etc. Si trata de repetir la palabra debéis alentarlo y premiarlo frente a cualquier intento.
  6. Muestra al niño o niña objetos conocidos por él; por ejemplo taza. Pídele que señale uno de ellos diciéndolo: "¿dónde está la taza?" Aleja un poco el objeto y pídeselo nuevamente hasta que vaya a buscarlo y  lo traiga.
  7.  No sólo repite el nombre de los objetos que el niño o niña está usando sino también el de las acciones que realiza para que vaya incorporándolas, no repitáis en su lenguaje, sino correctamente.
  8. Observa si  emite sonidos mientras señala el objeto que quiere, de no ser así no se lo entregues a la primera. De esta manera lo obligaremos a hablar para pedir lo que desea.
  9. Juega a tocar y reconocer una parte del mismo hasta que la aprenda, por ejemplo el pelo.
  10. Juega a imitar gestos que luego le ayudarán a expresarse. Por ejemplo arrugar la nariz, asentir y negar con la cabeza, llorar, sacudir la cabeza, pestañear, etc. 
  11. Camina hacia atrás y pídele que  imite, si no lo logra puedes estimularlo guiándolo desde sus caderas. Otra  manera de hacerlo es colocando los pies del niño o niña sobre los tuyos.
  12. Cuando camine llámalo desde atrás para que al mirarle practique el giro.
  13. Ata juguetes a un cordel, le gustará arrastrarlos mientras camina.
  14. Sienta al niño o niña frente a una mesa, muéstrale cómo colocar un cubo sobre otro. Entrégale dos a él y anímalo para que los apile. Utiliza elementos grandes, livianos, sencillos y de colores distintos (ej.: cajitas, cubos de esponja, tarros plásticos).
  15. Ofrécele cajas pequeñas cuyas tapas sean fáciles de sacar. Coloca en ellas objetos que provoquen sonido para que se interese en abrirlas.



Ábaco

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