Los primeros meses y los primerísimos años de vida, son
decisivos para el logro de una buena maduración auditiva, hasta el punto de que
algunos aspectos de esta función neurológica sólo pueden garantizarse, al menos
en su grado máximo, mediante la debida estimulación en los primeros meses de
vida, como es el caso del oído musical, o en los dos o tres primeros años para
la perfecta audición y consiguiente reproducción de lenguas extranjeras.
La
atención al habla del niño/a, comienza ya desde el nacimiento, siempre que la
madre o el padre mantengan una relación serena con el bebé. Se le debe hablar
cuando se le alimenta, cuando se le baña o se le cambia ... mucho antes de que
pueda entender las palabras.
Cuando
el niño/a ya es algo más mayor, debemos preguntarnos si sabemos escucharle; el
que sabe escuchar incita con su interés al interlocutor, al niño/a a hablar. El
niño, para el cual el habla está en evolución, tarda un tiempo en formular las
palabras, porque su capacidad de expresión es todavía pequeña. No todos los
padres saben escuchar debidamente. Debemos disponer de tiempo para charlar y
escuchar.
Desde Ábaco, os proponemos juegos
para aprender a escuchar, realizarlos en familia, resultan divertidos a la
vez que estimulantes:
- ¿Qué suena así?:
· Escucha: ¿Qué es esto?
· ¿Dónde se golpea?
· ¿Qué cae al suelo?
- Agudo/grave
// alto/bajo:
· Escuchar sonidos agudos y graves
· Caminar con ruido y silenciosamente
- Discriminar ruidos:
· Ponerse en pié según el ruido
· Buscar ruidos de la calle
· Andar mientras suena algo, correr cuando cambia ...
- Compás y ritmo:
· Imitar ritmos
· Cantar y aplaudir
- Escuchar sonidos fonéticos:
· Rimas
· Trabalenguas
· Sonidos de animales
· Diferentes sonidos y ruidos de objetos comunes
R. Urán Moreno
Psicóloga Infantil
Enhorabuena por tu blog, muy bonita entrada. Besos
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