sábado, 30 de abril de 2011

Estimulación Motriz del Lenguaje

La aptitud de los órganos del lenguaje es un requisito importante para una buena articulación del habla. Muchas de sus perturbaciones se deben a que falta esta aptitud, y por tanto no se ha desarrollado bien la motricidad verbal. No es la cantidad de estimulación la que lleva al niño a progresar, sino, sobre todo su calidad.

Existen muchas posibilidades de activar los músculos de la voz jugando, hay que proceder siempre como un juego, sin pretender conseguir algo determinado de forma obligatoria.

Es evidente que el ambiente social en el que el niño/a vive y se relaciona, marcará profundamente su lenguaje futuro. Hay pequeños que a muy corta edad, son capaces de usar expresiones lingüísticas complejas. Eso ha sido posible gracias a esa constante y tenaz estimulación recibida de su entorno, tanto familiar como escolar; (siempre, como no, salvando las diferencias interindividuales. Esto es, que no todos los niños evolucionan de igual manera, todos somos diferentes y por ello, el desarrollo también puede ser diferente entre ellos).

El mero llanto del bebé es una producción sonora con la que el recién nacido pide lo que necesita. Al no tener desarrollados aún los órganos fono articulatorios, el lenguaje en el niño empieza con la comunicación no verbal. El hecho de que un niño empiece a hablar depende de varios factores: en principio, la estructura lingüística, en segundo lugar las características propias de cada niño, y como no del ambiente en el que se desenvuelva. Cuanto más rico sea el ambiente y más estimulación reciba de él, más calidad tendrá su lenguaje y más rico será su vocabulario.

Al niño/a hay que procurarle un espacio para que tenga oportunidad de ir adquiriendo ciertas pautas no solamente motrices, sino también lingüisticas. A los niños hay que hablarles, pero más vale poco y de calidad que mucho y de cualquier manera. Lo que cuenta es la interacción, llegar a crear un clima emocional armonioso para evitar ansiedades, tartamudeos etc.

            A partir del año y a veces antes, surgen las primeras palabras con un significado concreto. A partir de las primeras palabras con sentido que suelen ser ma-ma o pa-pa, el pequeño capta que todas las cosas tienen un nombre. Comienza a nombrar lo que ve a su alrededor, primero las personas y pronto las acciones como "dame", "aúpa" o "tic-tac"...
  
Aunque durante meses siguen prevaleciendo las palabras de dos sílabas, estas ya pueden tener el sentido de una frase. ej. "pan" puede significar quiero pan...

Es fundamental un entorno emocional estable y estimulante para aprender a hablar. Como también deben haber alcanzado un grado de madurez necesaria. Han de tener buen oído, si no oyen, tampoco hablarán. Un bebé que ha emitido gorgoritos cuando tenía pocos meses, pero no balbucea cuando llega a la edad para hacerlo, puede padecer un trastorno del sistema auditivo.

A partir de los 2 años, los pasos son agigantados. Parece una paradoja: ningún niño hablará por sí solo si no oye hablar, sin embargo, no se le puede enseñar a hablar. La única enseñanza consiste en hablar con él, en tener un rico y cariñoso diálogo. La abuelita sin estudios que juega con su nieto/a a las palmas-palmitas o le cuenta un cuento, hace más por su evolución lingüística que un severo profesor, aunque posea una dicción impecable.

Se ha descubierto que en el cerebro las áreas correspondientes al habla y a la motricidad de las manos están situadas muy juntas, por ello, los juegos de manos fomentan el aprendizaje del habla, reforzando la acción por la situación cariñosa: las rimas, risas y el cosquilleo final de estos juegos hacen que el niño aprenda con todos los sentidos.

Pero el motor que pone todo en marcha son las emociones. Al igual que el bebé pequeño sólo balbucea cuando se siente contento, el niño "mayor" sólo aprende a hablar cuando el lenguaje se le presenta como un agradable intercambio entre personas.

Escuchar no basta, la exposición pasiva al lenguaje no basta para que los niños aprendan a hablar. Sentarlos durante varias horas al día delante de la televisión no tendría ningún efecto (solo el que ya habla puede aprender palabras nuevas por este medio). Solo hablando se aprende a hablar.

Entre los 12 y los 18 meses, el niño utiliza unas 10 a 15 palabras sueltas. Después siguen las frases de dos palabras. A partir de los dos años, el proceso es vertiginoso: a diario enriquecen su vocabulario con 14 palabras pasivas (las que entienden pero no utilizan) y con 3 o 4 activas (las que saben emplear). Ya a los 6 años comprenden 20.000 conceptos y usan más de 5.000 palabras.

También resulta curioso observar de qué hablan los pequeños. En el lenguaje infantil, el movimiento tiene una importancia primordial, prevaleciendo las acciones que el niño mismo realiza o piensa hacer (nene pan) o las que quiere que otros realicen por él (mama aúpa).

No todos evolucionan igual. A los 2 años unos hablan como cotorras, mientras que otros apenas dicen unas palabras. También los hay que acumulan un considerable vocabulario pasivo hasta que de repente sueltan todo lo que saben.

El papá y la mamá podéis hacer varias cosas como complemento, para fomentar la evolución natural del lenguaje de los niños; teniendo en cuenta algunas reglas de obligado cumplimiento:

1. Es muy recomendable hablarle acerca de lo que él está haciendo,(éste es un recurso que también se utiliza en rehabilitación). Cuando el niño juega podemos decirle "estás jugando con la muñeca", pongamos sus actividades en palabras, pero sin forzar la situación, sin esperar nada a cambio.

2. La situación inversa a la anterior también es muy estimulante. Cuando los adultos estamos realizando actividades cotidianas que el bebé observa, podemos poner en palabras sencillas aquello que hacemos, "mamá está pelando una manzana". Aunque parezca imposible que un bebé nos entienda, poco a poco vamos creando un universo lingüístico para que el niño vaya incorporando esas nociones preconceptuales, escuchando todo lo que contamos, aprenderá a imitar.

3. No copiemos su "lengua de trapo". Tenemos que tener cuidado con imitar su lenguaje, hay que facilitarles el lenguaje pero no como hacen muchos padres, con buena intención, imitando su lenguaje. Si el niño dice "ta dota", no debemos imitarle sino repetir la frase con las palabras correctas... "si, está rota".

            Le ayudará mucho si empleamos recursos como hablarle de forma más exagerada, mirándole a la cara, utilizando muchos gestos, empleando estructuras lingüísticas sencillas en lugar de frases largas y complejas. No significa que tengamos que corregirle cuando habla mal, pero tampoco imitarle. El niño sabe que le entendemos y eso es lo importante.

4. Charlar y tocar al mismo tiempo. Es importante saber que el niño va desarrollando el lenguaje, el pensamiento y sus destrezas psicomotrices, todo a la vez y poco a poco; un aspecto interactúa con el otro, no se desarrollan por separado. Si decimos "pie" y al mismo tiempo le tocamos el pie, le resultará más sencillo.

5. Cantemos, contemos y rimemos. La música es muy importante, las canciones que podamos cantarle, las pequeñas rimas, estribillos pegadizos o emisiones vocales marcadas. El aspecto rítmico es importantísimo cuando el niño es pequeño, no importa si cantamos bien, sino el tono y el afecto que ponemos en la voz. Las melodías y el ritmo le encantan y estimulan.

6. Hay que respetar los silencios, con la idea de que el niño tenga un espacio para procesar la información que ha recibido. Los silencios son fundamentales en la educación.

7. Nunca los vamos a obligar, tienen que estar motivados. Hay que ser pacientes y procurar no ponerse nerviosos si el niño no se lanza a hablar según nuestras expectativas. No hay que forzar; muchos padres se muestran ansiosos frente a la evolución de su bebé, no toleran bien que el pequeño no progrese tan rápido como el hijo de los amigos, familiares o vecinos. Esa ansiedad genera una tendencia a sobreestimular que no es necesaria. Se presiona al niño con frases como: "venga repite".    

8. Respetar su estado de ánimo. No siempre tiene ganas de hablar ni esta motivado para ello, respetémoslo. Si tenemos dudas, podemos consultar con un profesional.
           
            Posibilidades de juego tendentes a la estimulación motórica del lenguaje:

Para soplar son adecuados:

·        Molinetes
·        Pompas de jabón
·        Serpentinas
·        Globos
·        Velas
·        Pajitas
·        Juguetes de agua
·        Plumas
·        Bolitas de algodón
·        Silbatos

            Otros ejercicios de lenguaje:

·        Tirar besitos
·        Chupar
·        Gárgaras
·        Chasquear la lengua
·        Emitir sonidos guturales
·        Soplar en un espejo
·        Imitar movimientos de labios
·        Emitir sonidos labiales y dentales
·        Responder a su nombre y aprender a emitirlo
·        Obedecer instrucciones sencillas
·        Imitar movimientos de lengua y labios
·        Reconocer partes del cuerpo en sí mismo y en otros
·        Reconocer partes del cuerpo en un dibujo
·        Imitar vocalizaciones sencillas y sonidos
·        Ejercicios de inspiración por la nariz
·        Asociar palabras
·        Empezar con figuras geométricas simples
·      Empezar a nombrarle los colores básicos asociados a objetos conocidos. ej. tráeme la muñeca roja.
·      Nombrar números del 1 al 10



                                                                                                Reme Urán Moreno
Psicóloga Infantil

jueves, 21 de abril de 2011

Ejercicios de Estimulación para bebés

En este informe, os mostramos una serie de ejercicios para hacer en casa y que también realizamos en el Centro, que estimulan el desarrollo completo de vuestro hijo/a; a la vez que ayudan a mantener los aprendizajes que trabajan  con sus educadoras.

Trabajar con niños tan pequeños, requiere buenas dosis de paciencia y tesón, pero los resultados empiezan a manifestarse tanto a corto como a largo plazo: cuando a vuestro/a hijo/a se le requiera para aprendizajes más "complejos", su destreza y resultados sobresaldrán sobre los de su misma edad y con mucha menos dificultad si antes son estimulados a edades lo más tempranas como sea posible. En el Centro, trabajamos a diario con ellos, pero por ello, la labor en casa no deja de ser importante.

Os animamos a leer detenidamente los ejercicios que planteamos, aprenderlos y aplicarlos en casa con vuestro hijo/a: os divertiréis a la vez que él/ella estará aprendiendo y desarrollándose.


Ejercicios de equilibrio:

   1.- Andar sobre un plano inclinado. Andar hacia abajo es más difícil que hacia arriba. Poco a poco busca superficies cada vez más inclinadas, sin llegar a superar los 20 o 25º.

   2.- Andar a lo largo de una superficie estrecha. Coloca una tabla en el suelo, de 15 a 20 cm de anchura e incítalo a caminar sobre ella. También vale papel adhesivo en el suelo o cualquier otro material que mueva al niño a caminar.

   3.- Andar sobre ladrillos o sobre algo elevado. Coloca 8 o 10 ladrillos en el suelo y guía al niño a caminar sobre ellos. Toma la precaución de darle la mano.

  4.- Subir y bajar escalones.

  5.- Andar de lado y hacia atrás o agachado.


Aprender a posar y a hacer construcciones:

  1.- Poner cosas de pie.

 2.- Colocar objetos pequeños sobre otros de mayor tamaño. Dale al niño objetos de distintos tamaños y convéncelo para que coloque el pequeño encima del grande, y conseguir así construcciones. Cuanto menos sea la diferencia entre los tamaños, mayor será la dificultad del juego. 


  3.- Colocar objetos del mismo tamaño unos encima de otros.

  
Vaciar, llenar, verter, insertar, cerrar:

 1.- Abrir y cerrar cajas. Empieza con cajas de cartón, cilíndricas, altas y bajas o con cajas de madera o plástico. Cuídate de que las tapaderas no tengan bordes afilados con los que se pueda cortar nuestro pequeñajo. Ponerle la tapadera a un recipiente cuadrado presenta más dificultades.

 2.- Insertar un palo en un agujero. Toma una caja pequeña de madera, plástico o cartón. Haz un agujero de unos dos centímetros y medio de ancho en la parte superior y corta un palo o varilla de dos cm y medio de diámetro en trozos de siete cm. Enseña al niño como meter los palos por el agujero de la caja.

 3.- Poner y sacar un tapón. Dale al niño una botella que no sea peligrosa y enseñalé a destaparla y taparla.

 4.- Meter una llave en una cerradura. Busca una caja o un cajón bajo y deja que practique. Esto resulta mucho más difícil que meter varillas.

 5.- Meter canicas en una botella o un recipiente.

 6.- Echar monedas en una hucha.

7.- Encajar figuras geométricas en un tablero. Frutas, animales o cualquier otra cosa. Puedes hacerlo en cartulina y sobre una grande dibujas la silueta y el niño intentará ponerla encima de su igual.

 8.- Insertar un cordón de lana por entre los agujeros de una cartulina fuerte.


 Estos tres bloques de ejercicios, anteriormente expuestos ayudan a desarrollar la motricidad, tanto gruesa como fina. Les proporcionarán una gran destreza corporal y manual. No olvidéis que los ejercicios son guiados, no se deja al niño/a que los realice solo.


Aprender a diferenciar materiales:

      1.- Doblar, romper y desgarrar papeles o cartulina.
      2.- Clavar cosas en la masa (plastilina), clavar palillos, ramitas...
      3.- Estirar la plastilina hasta romperla y enseñarle cómo puede unir las dos partes nuevamente.
      4.- Dar forma a una masa. Enseñar al niño a aplastar la plastilina golpeándola con las manos.
      5.- Cortar la plastilina.
      6.- Jugar con juguetes de goma blanda y experimentar su flexibilidad.
      7.- Extender una tela arrugada y plancharla con la mano.
      8.- Partir una cerilla o varilla.
      9.- Enrollar una tira.

Aprender a realizar tareas sencillas y movimientos autosuficientes.

            1.- Desenvolver papel o telas.
            2.- Abrir cremalleras.
            3.- Pasar páginas.
            4.- Garabatear sobre papel, con un lápiz poco afilado y de color fuerte.
            5.- Pinchar la comida con un tenedor.
            6.- Limpiar el polvo. Aprovecha cuando tú lo hagas y trabajará la imitación.
            7.- Abrir y cerrar una caja de cerillas.
        8.- Roscar una tapa de una botella o caja. Puedes usar un tubo de pasta de dientes. Así trabajará movimientos de roscado.
            9.- Colgar pinzas en una cuerda.

Aprovecha todas las actividades diarias de casa para estimular la imitación. Para que imite, está claro que tiene que experimentar y ver lo que va a imitar. Cuanto más amplia sea su panorámica más rica será su imitación, no le apartes. Al contrario, permítele que vea lo más posible.

Encontrará igualmente muchas oportunidades para imitar fuera de casa. Llévale contigo de compras e imitará al vendedor envolviendo las mercancías, a los obreros que cavan la zanja y otras actividades. Imitará lo que ve en las calles, las bocinas de los coches o al policía que dirige el tráfico.

Las oportunidades de un niño que vive en la ciudad son distintas de las del que vive en el campo. Pero ambos tienen suficientes para permitirles desarrollar su imitación a una edad más temprana. El contacto con la vida que le rodea es la condición principal para el desarrollo del juego imitativo, y un juego imitativo muy desarrollado es la prueba de que el pequeño ha adquirido muchas experiencias valiosas.

Cuando le bañes, dale un muñeco y báñalo al mismo tiempo que a él. Lava sus manos y las del muñeco. La próxima vez dile que le bañe él. Pronto comprenderá el juego e irá a buscar el muñeco antes del baño para lavarlo.

Si enseñáis al niño diversos movimientos imitativos siguiendo este sistema, no tardará en captar el principio de la imitación y empezará a imitar todo cuanto llame su atención, sin necesidad de animarlo.

Entrenamiento del lenguaje activo:

         1.- Enviar mensajes. Para entrenar al niño en el uso activo de las palabras en la situación apropiada, mándale llevar un mensaje a alguien. La persona a la que va destinado este mensaje lo alabará y le dará las gracias.
            2.- Hablar sobre las cosas observadas. Aprovecha las situaciones interesantes para charlar. Estimula la actividad del niño con  palabras y recompénsale alabándole y sonriéndole. Experimentará gran placer con este estrecho contacto social y procurará mantener la "conversación" y llamar tu atención sobre algo. Señalará un perro y lo identificará con una palabra. El uso espontaneo de palabras es el objetivo principal durante este período.
            3.- Formar escenas con juguetes para que el niño las comente.
            4.- Hablar de una imagen o de un objeto que le llame la atención.
            5.- Cantar canciones infantiles de vocabulario sencillo y fácilmente comprensible.

                      .....................................
  
Juguetes y materiales útiles para ejercicios de estimulación guiados:

- Juguetes atados por una cuerda
- Muñecos de peluche y plásticos suaves (aptos para niños)
- Cubos de madera y figuras geométricas
- Una tablita  con agujeros para insertan lana o varillas
- Un tablero con cerraduras y llaves
- Una hucha de materiales irrompibles
- Varillas
- Plastilina
- Ceras de colores vivos de uso escolar (blandas)
- Platos hondos que encajen unos en otros.
- Varias cajas con tapaderas de distintas clases, que encajen o se atornillen.
- Un tablero con puertecitas y diversos sistemas de cierre (cerraduras, manijas, cerrojos...)
- Grabados y libros con imágenes.


Con un poco de tiempo e imaginación, podéis trabajar y divertiros a la vez que vuestro hijo aprende a ser mayor, de esta forma colaboraréis directamente en su correcto y completo desarrollo, tanto físico como psicológico.



R. Urán  Moreno
Psicóloga Infantil

lunes, 18 de abril de 2011

Estimulación Temprana

Se entiende por estimulación precoz o atención temprana, las técnicas educativas y/o rehabilitadoras que se aplican o deberían aplicarse durante los primeros años de vida del bebé.

Es decir, la atención temprana o estimulación como educación o guía del desarrollo evolutivo es necesaria y debería darse a toda la población infantil de 0 a 3 años,  y más en este período de vida tan importante y vulnerable en el que aparecen adquisiciones básicas fundamentales como el control cefálico, la coordinación binocular, lenguaje, estructuración del pensamiento, de la personalidad y muchísimas más adquisiciones que van a continuar madurando y evolucionando en las edades posteriores, no deben quedar dirigidas exclusivamente por el azar. La estimulación natural no es suficiente, pues no nos asegura que el niño/a tenga las oportunidades precisas y suficientes que le permitan un sano y positivo desarrollo.

De ahí nuestro convencimiento de que es imprescindible ayudar, estimular, orientar y guiar el desarrollo infantil desde las primeras edades, porque el control sistemático del desarrollo en todos sus aspectos nos va a permitir prevenir deficiencias, corregir desviaciones o simplemente potenciar y facilitar  aprendizajes posteriores.

Nuestra propuesta desde el Centro de Educación Infantil ÁBACO consiste en el control del desarrollo y su estimulación desde la incorporación del niño/a a nuestro Centro, para prevenir y facilitar ciertos procesos madurativos y de aprendizaje.

El control del desarrollo lo realizáis diariamente los padres, vigilando y atendiendo las necesidades que presenta vuestro hijo/a. Conociendo cuál es el desarrollo evolutivo esperado, según las edades podréis ofrecer más oportunidades para facilitar su aparición. Por otro lado, el desarrollo será seguido por los profesionales de este campo, psicólogo/a, educadores, pediatra o los que en su momento sean los más oportunos.

No nos interesa tanto la edad cronológica en la que se realizan las adquisiciones básicas, pues cada bebé o cada niño tiene su propia pauta de desarrollo; las edades, nos sirven como orientación, para conocer si los puntos claves del desarrollo sufren alguna desviación o se mantienen dentro de un intervalo posible y ante la duda poder consultar sobre si las conductas observadas requieren o no mayor atención.

El papel de los padres, es fundamental durante esta etapa, vuestras acciones, vuestro comportamiento influye en la conducta de vuestro hijo/a, ejerce una influencia selectiva sobre determinadas potencialidades del niño/a, promueve el crecimiento de algunas y pueden detener o alterar otras.

El papel del psicólogo en la escuel infantil es clave en edades tempranas, para la detección, prevención y modificación  o tratamiento de posibles problemas de desarrollo y/ o comportamentales en los niños.

Es fundamental mantener reuniones periódicas a fin de hablar sobre cada uno de nuestros alumnos, posibles disruptivas o cualquier conducta o hábito que resulte desadaptativo. Se planifica un programa conductual con estrategias sencillas y eficaces para ser llevadas a cabo por las maestras en el aula y orientar a las familias en el mismo sentido.
Reme Urán Moreno
Psicóloga Infantil





domingo, 17 de abril de 2011

La música y los bebés

La música debe formar parte de los juegos de los niños y bebés

Un niño de apenas un añito de edad puede aprender a escuchar música. Elige una pieza lenta y baila con él con movimientos pausados; después pon un ritmo más rápido y galopa con él. 

El ritmo combinado con las letras contribuirá en gran medida a que el niño desarrolle destrezas de lenguaje. Los CD y MP3 infantiles resultan útiles en la casa o en el coche para estimular la memoria. Un buen libro de ritmos infantiles con muchas imágenes agradará enormemente al niño, y los padres también disfrutarán representando o cantando otras canciones populares de su infancia.

También existen libros de ritmos musicales modernos que se cantan actualmente en todas las escuelas, entre estos los mejores son los que contienen música educativa (mencionando colores, números, letras, etc.). En ellas también se combinan los versos rítmicos para estimular al niño para que se fije tanto en la música como en la letra. 

Las fiestas de cumpleaños pueden ser muy animadas si preparas algunos juegos musicales para los pequeños invitados. Proponles que bailen deprisa y despacio, o bien, toca ritmos infantiles populares que ellos conozcan y en los que todos participen.  Aprende las letras de las canciones más conocidas y disfrútalas cantando con tu hijo. 
Ábaco



Fuente: guiainfantil



Alimentación Infantil (2ª parte)

ALIMENTACIÓN PARA BEBÉS DE 1 A 2 AÑOS

En esta etapa los niños empiezan a comer alimentos troceados

Al cumplir su primer año, el bebé empieza una nueva etapa en su alimentación. A esta edad el niño ya puede comer todo tipo de alimento, aparte de que podrá adquirir hábitos saludables. Poco a poco, el niño ya podrá masticar alimentos troceados, y disfrutar de todo lo que come, compartiendo mesa con los demás de la familia. También podrá experimentar una comida más completa, con un primer plato (puré de verduras, sopas, etc.), un segundo (carnes, huevo, etc.), y un postre (yogur, fruta, etc.)

Las necesidades nutricionales de un niño dependerán de su desarrollo, de su peso y medidas, y también de su grado de actividad, si camina, si gatea, etc.

Necesidades nutricionales para un bebé de 1 a 2 años:
- calorías- 1.200 a 1300 Kcal/día
- proteínas- 25 a 30 gr/día
- hidratos de carbono- 100 a 160 gr/día
- grasas- 35 a 45 gr/día

Entre el primer y el segundo año de vida, la leche es un alimento muy importante para satisfacer las necesidades diarias de vitamina D de los bebés. A esta edad el bebé necesitará de 500cc a 700cc de leche entera al día. También se puede reemplazar parte de la leche con productos lácteos como un yogur, quesos, y otros. Lo ideal es que el bebé vaya dejando el biberón para pasar a tomar leche en vaso o taza.

Aparte de la leche, es importante ofrecer una variedad de alimentos nuevos al bebé. Se debe vigilar la calidad de los alimentos y no tanto las cantidades. Es importante que los bebés coman diariamente cereales, ya que le provee hierro, coman 2 porciones de vegetales crudos o cocidos, una porción de fruta, 50 a 100 gr de carne, y que se siente en la mesa con la familia, por lo menos una vez al día. A esta edad los bebés todavía imitan los buenos hábitos de los adultos. Además, los padres podrán vigilar a su bebé por si se atraganta o se mancha. La calidad de los alimentos es lo más importante. Se debe evitar los alimentos o preparaciones, muy condimentadas, picantes, saladas o azucaradas.


Un ejemplo de menú para niños de entre 1 y 2 añitos:

Desayuno
Media mañana
Comida
Media tarde
Cena
½ taza de leche de vaca entera
Un yogur entero
½ taza de ensalada de zanahoria y tomate con aceite de oliva

30 gr de queso fresco o petit suisse
½ taza de pasta con queso rallado

60 a 120cc de cereal con hierro sin azúcar
½ rebanada de pan integral
80 a 100 gr de pollo a la plancha
½ taza de pera cortada en cubitos
1 huevo en tortilla
½ taza de manzana en cubitos
½ taza de plátano en rodajas
1 rebanada de pan 
60 A 100 gr de espinacas hervidas o rehogadas



Fuente: Guiainfantil.com


sábado, 9 de abril de 2011

Salud Bucodental Infantil

Hay tres razones fundamentales por las cuales es importante educar a las/os niñas/os sobre salud bucodental:
  1. La caries y la gingivitis (inflamación de las encias) son las enfermedades bucodentales más comunes que afectan a los escolares.
  2. La caries y la gingivitis pueden afectar incluso a los niños/as pequeños/as.
  3. La caries y la gingivitis pueden prevenirse o controlarse en gran medida mediante el cepillado con dentífrico fluorado y modificando hábitos dietéticos.

Consejos para crear buenos hábitos de higiene bucodental en los niños:
  • Introducimos el cepillado como un juego, más que una obligación.
  • Dejad que lo intenten solos, aunque les ayudemos..
  • Los papás se pueden lavar los dientes al mismo tiempo, de modo que imiten y así aprovechamos para explicar el modo en que se cepillan.
  • Buscar cepillos divertidos y que les estimulen.
  • Les contaremos que el cepillo debe ir de arriba abajo y que también deben cepillarse la lengua, que tras lavar los dientes hay que enjuagarse la boca, escupiendo los restos de pasta y comida.
  • Es muy importante reducir la ingesta de azúcares en los niños. Como parece inevitable que coman chucherías y golosinas y tomen bebidas azucaradas, se les debe educar para que éstas no sean cariogénicas y nunca se tomen entre las comidas.
  • Acostumbrarle a no comer después del cepillado.
  • Evitar que se acueste sin lavarse los dientes y evitar dentro de lo posible, que se duerma con un chupete (cuando ya es mayor) o con un biberón en la boca, por ser fuente de líquido azucarado y producir la "caries del biberón".
  • Realizar una visita al dentista entre los 24 y los 36 meses o cuando tenga ya completa la dentición.
Ábaco

viernes, 8 de abril de 2011

Alimentación Infantil (1ª parte)

 

ALIMENTACIÓN INFANTIL

Una buena alimentación es fundamental para el crecimiento sano del bebé

Una buena alimentación es vital para que le niño crezca sano y fuerte. Comer bien afecta no sólo a su desarrollo físico, sino también a su desarrollo intelectual. Si el niño tiene o no una correcta alimentación durante los primeros años de vida, puede tener un efecto profundo en su salud, así como en su habilidad para aprender, para comunicarse con los demás, pensar analíticamente, socializarse efectivamente, adaptarse a nuevos ambientes y personas y sobre todo, a su rendimiento escolar. Una buena alimentación puede influir notablemente en su futuro.
La alimentación es la base necesaria para un buen desarrollo físico, psíquico y social de los niños. Por ello, una dieta saludable es vital para que su crecimiento sea óptimo. Es recomendable no abusar de las grasas vegetales y comer al menos, cinco veces al día frutas y verduras. 

Una buena nutrición y la práctica de ejercicio es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida. La ingesta de nutrientes es distinta en función de las distintas etapas de su evolución.

Una buena nutrición y una buena salud están directamente conectadas a través del tiempo de vida, pero la conexión es aún más vital durante la infancia. Es en este período que los niños pueden adquirir buenos hábitos durante la comida en lo que se refiere a la variedad, al sabor, etc.


ALIMENTACIÓN PARA BEBÉS DE 7 A 12 MESES

Alrededor de los 7 meses el bebé probará carne en las comidas

La introducción de la carne es el gran paso entre el 7º y 8º mes. Se añade la ternera alternándola con el pollo en la comida. A partir del 8º mes se inicia una papilla salada en la cena, con la introducción del pescado blanco (merluza, rape, lenguado) 3-4 veces a la semana.
Se inicia el aporte de aceites de pescado para un correcto equilibrio entre la grasa animal y la de origen vegetal y marino.

Durante este periodo el aporte mínimo de leche al día debe ser aproximadamente de 500 cc. durante toda la infancia. 
Al tomar el niño el pescado en la cena, en los casos que solo haga 4 tomas al día el aporte de leche se vería mermado si no aplicamos algún cambio en su alimentación. El aporte de leche en esta edad todavía es básico para un buen desarrollo por lo que no debe ser inferior a los 500 cc /día. Para ello el día que deseemos darle pescado a nuestro bebé, suprimiremos la papilla de frutas y administraremos una papilla de fórmula de continuación-2 con cereales igual a la del desayuno.

A los 10-12 meses de vida se introduce el huevo  alternando con el pescado una vez a la semana. Primero será huevo duro y solo la yema. Lo podrás administrar completo pasadas 2-3 semanas. En forma de tortilla francesa se iniciará a los 12-15 meses dependiendo de la habilidad del bebé para la masticación.

                                                                                                            
Fuente: Guiainfantil.com